Aceites: base de tu bienestar

En el mundo de la cosmética natural y la aromaterapia, los aceites vegetales —también conocidos como aceites portadores— son mucho más que simples acompañantes. Extraídos de semillas, frutos y nueces, estos aceites son ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes que nutren, regeneran y protegen la piel en profundidad. Son el vehículo ideal para diluir aceites esenciales, facilitando su aplicación segura sobre la piel.

Un aceite para cada tipo de piel y necesidad

• Jojoba: seborregulador y no comedogénico, ideal para piel mixta o grasa.
• Almendra dulce: suavizante y calmante, perfecta para pieles sensibles.
• Argán: regenerador y antioxidante, recomendado para piel madura.
• Coco fraccionado: ligero, estable y de rápida absorción, ideal para mezclas aromáticas.
• Caléndula y rosa mosqueta: aliados en pieles dañadas, secas o con marcas.

Tus mejores aceites para...

• Hidratar en profundidad: elige aceites ricos en ácidos grasos como aguacate, almendra o karité. Nutren la piel seca, opaca o agrietada desde las capas más profundas.
• Masajes relajantes o terapéuticos: utiliza aceites ligeros como sésamo, albaricoque o fraccionado de coco, que permiten un deslizamiento suave sin dejar sensación grasa.
• Cuidar la piel del rostro: opta por aceites no comedogénicos como jojoba, avellana o cáñamo. Regulan el sebo, suavizan imperfecciones y aportan luminosidad sin obstruir poros.
• Reducir estrías y cicatrices: aplica rosa mosqueta, tamanu o germen de trigo. Estimulan la regeneración celular y mejoran la elasticidad de la piel.
• Fortalecer y dar brillo al cabello: utiliza aceite de ricino, argán o coco virgen. Se aplican en medios y puntas como tratamiento nutritivo antes del lavado.
• Formular cosmética natural DIY: son la base perfecta para elaborar bálsamos, sérums, mantecas corporales y aceites de masaje personalizados.
• Calmar pieles sensibles o irritadas: recurre a aceites suaves como caléndula macerada, avena o pepita de uva. Calman, alivian rojeces y restauran la barrera cutánea.
• Diluir aceites esenciales: todos los aceites vegetales permiten una aplicación segura y eficaz de aceites esenciales sobre la piel, adaptando la intensidad y evitando irritaciones.